1.
NO es una actividad cristiana.
Ninguna iglesia de denominación cristiana celebra esta fecha. Ni católicos, ni evangélicos, celebramos y nunca celebraremos una noche dedicada a la exaltación de la brujería en ninguna de sus formas.
Ninguna iglesia de denominación cristiana celebra esta fecha. Ni católicos, ni evangélicos, celebramos y nunca celebraremos una noche dedicada a la exaltación de la brujería en ninguna de sus formas.
2.
Va contra las enseñanzas de Jesús. Jesús está en contra de la brujería en todas
sus formas: espiritismo, hechicería, adivinación, lectura de cartas,
horóscopos, astrología y tantas máscaras con que se encubre la maldad. Estas
han sido declaradas enemigas de la Palabra de Dios desde tiempos muy remotos y
van contra todas las enseñanzas de nuestro Señor, quien dice claramente que
"el que no está conmigo está contra mí". Hay innumerables referencias
bíblicas donde se condena el uso de toda estas clases de mal.
3.
NO es una tradición costarricense. Como ocurre siempre que se importan actos
culturales diferentes a los nuestros, el verdadero significado queda relegado a
una simple imitación. Jamás se ha celebrado como parte de nuestra cultura e
idiosincracia costarricenses una noche dedicada a las brujas.
4.
Sirve para rendir culto a satanás. Aunque en apariencia es una actividad
recreativa y muy llamativa, sobre todo para los niños, su verdadero significado
sigue oculto a nuestros ojos. En muchos países, incluyendo el nuestro, los
grupos satánicos usan esa noche para un "culto" especial dedicado a
satanás y en muchos países alrededor del mundo, se hacen sacrificios humanos,
sobre todo de niños que han sido secuestrados de sus hogares y que son
ofrecidos como víctimas inocentes en una noche de lujuria, drogas, alcohol y
toda clase de desenfrenos, en las llamadas "misas negras".
5.
Se opone al primer mandamiento. Este tipo de actividades, ni exalta el nombre
de Jesús, ni tiene nada que ver con su Padre Celestial y mucho menos con el
Santo Espíritu del Dios Altísimo. Por lo tanto, va en contraposición al primer
mandamiento de amar a Dios con toda nuestra alma, nuestra mente, nuestro
corazón, con todas nuestras fuerzas, en fin con todo nuestro ser.
6.
Participar es olvidarse de Dios. Participar quiere decir "ser parte
de": si usted participa está siendo parte de esta tremenda responsabilidad
espiritual: No sólo se está alejando u olvidando de la adoración al Dios Eterno
e Inmortal, sino que está siendo parte de una actividad que glorifica a las
brujas y a su padre satanás.
7.
Contamina y esclaviza a nuestros niños. No hay magia blanca y magia negra, no
hay brujas buenas y brujas malas. Toda la actividad demoníaca se disfraza y se
oculta para ganar adeptos y así muchas veces "vestimos" a nuestros
niñitos como "brujitas" y "diablitos". Jesús dijo: "Dejad que los niños vengan a mí y NO
SE LO IMPIDÁIS, porque de los tales es el Reino de los Cielos".
¿Llevaría usted a sus niños disfrazados ante Jesús y los podría presentar
libremente y con su conciencia tranquila? Jesús necesita a sus niños libres de
toda clase de máscaras y limpios de toda contaminación.
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