domingo, 12 de agosto de 2012

FIEL A SU PALABRA



"Cuando volvió Jefté a Mizpa, a su casa, su hija salió a recibirlo con panderos y danzas. Ella era sola, su hija única; fuera de ella no tenía hijo ni hija. '" Cuando él la vio, rasgó sus vestidos, diciendo: «¡Ay, hija mía!, en verdad que me has afligido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor, porque le he dado mi palabra a Jehová y no podré retractarme". Jueces 11.34·35

Jefté nos es tristemente célebre por la necedad del voto que le hizo al Señor. Buscando obtener la victoria sobre los hijos de Amón, contra los cuales estaba luchando, se comprometió a ofrecer en sacrificio al Señor lo primero que le saliera a su encuentro al regresar a casa. El versículo de hoy relata el dramático momento del regreso, con su terrible desenlace para el juez.

Sin perder de vista lo necio que puede ser entrar en este tipo de acuerdos con Dios, debemos rescatar del ejemplo de Jefté un elemento importante: que era un hombre fiel a su palabra. No podemos leer su historia sin pensar en el salmista, que preguntaba: «Jehová, ¡quién habitará en tu Tabernáculo?, ¡quién morará en tu monte santo?» Entre las cualidades que incluye en su respuesta, se encuentra aquella persona que, «aun jurando en perjuicio propio, no por eso cambia" (Sal 15.1,4). ¡Cuán deseable que es esta cualidad en la vida de un hombre y de una mujer!

Muchas veces, en el apuro y las corridas diarias, nos comprometemos con alguna actividad que luego trae inconvenientes a nuestra vida. En otras ocasiones, nos traiciona el deseo de agradar a los demás y damos nuestra palabra con respecto a algo. Sin embargo, cuando llega el momento de cumplir lo que hemos prometido, nos damos cuenta de que nos hemos metido en «camisa de once varas».

Es importante que las personas  vean que somos íntegros en el cumplimiento de nuestra palabra. Esto significa que, aun cuando nos hemos comprometido con una situación que nos perjudica, no damos marcha atrás. El esfuerzo que hacemos por guardar el compromiso asumido dejará una importante lección acerca del peso que le damos a nuestras palabras, además de demostrar que valoramos profundamente a las personas con las cuales nos comprometemos.

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