jueves, 29 de diciembre de 2011

TODAVIA TENEMOS ESPERANZA

Hoy cuando estamos a un par de días de terminar este 2011, quizá al hacer un balance encuentras que quizá el año no fue tan bueno como esperabas, que muchas de las metas no se lograron, o que quizá no hayan muchos motivos para celebrar.  Quizá hay en ti desesperanza.

Este año y el anterior, en Colombia las inundaciones se han llevado las esperanzas de muchos; donde estaba sus negocios, ahora hay agua; donde estaban sus viviendas, agua y donde estaban sus cultivos y ganado, todo lo que se ve es agua.

Y eso nos recuerda la historia de Noé.  La biblia nos cuenta como Noé con su familia y con parejas de animales sobre la tierra, entró en el arca, mientras un gran diluvio caía sobre la tierra y la inundaba durante 40 días y 40 noches.  Durante 150 días, Noé lo único que podía ver era agua  y más agua.  Envió primero un cuervo y luego una paloma, pero no encontraron donde posarse.  Noé todo lo que ve es agua.

Quizá tu también has estado ahí, o aún estás allí.  Inundado por el dolor por la partida de un ser querido; inundado por el estress o la angustia por las deudas; inundado por el enojo por la enfermedad o la incapacidad física, o quizá inundado por el enojo por la incompetencia de tu conyugue.

Y necesitas lo que Noé necesito: un poco de esperanza.

Y en Génesis 8:11, encontramos que al enviar nuevamente una paloma, ésta regresó con una ramita de olivo en el pico.

Esa ramita era una promesa, más que un trozo de un árbol, esa ramita significaba esperanza.

Esperanza, la que recibió la mujer adúltera que queria ser apedreada por sus acusadores.  Ella esta en medio de una inundación de enojo contra ella.  Hasta que Jesús habla: “No yo te condeno; vete y no peques más”.  Jesús trae esperanza a su mundo inundado de vergüenza.

Esperanza, la que recibió Marta, en medio del dolor porque su hermano Lázaro habia muerto, cuando Jesús declaró: ” Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mi, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.”

Jesús trae para ti gracia y vida.
Jesús trae el perdón de tus pecados.
Jesús trae la derrota de la muerte.
Esta es la esperanza que nos da, la esperanza que necesitamos.

Si estas en medio de la inundación, Dios tiene esperanza para ti.
Si eres un sobreviviente de inundaciones pasadas, y estás vivo para contarlo, entonces estás calificado para llevar el mensaje de esperanza a alguien más.

“Bendito sea el Dios y padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” – 2 Corintios: 1: 3 y 4 –

En este nuevo año, que sea tu tiempo de alentar a los que están luchando.

“Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las escrituras, tengamos esperanza.” – Romanos 15:4 –

Tu estás llamado a ser un repartidor de esperanza.
Tu estás llamada a ser una repartidora de esperanza.

A los que están en dolor, llévales una ramita de olivo: “No te desampararé, ni te dejaré.” – Hebreos 13:5 –

A los que se sienten culpables, otra ramita de olivo: “Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.” – Romanos 8:1 –

A los desempleados, para ellos también hay su ramita: “ A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.” – Romanos 8:28 –

A los que se sienten fuera de la gracia de Dios, otra ramita con esperanza: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en el cree no se pierda más tenga vida eterna.” – Juan 3:16 –

Para Noé esa ramita hizo la diferencia, lo llenó de confianza.

Que en el 2012, Dios se manifieste poderosamente en tu vida para que cada día tu confianza esté en El, y que esa misma confianza la puedas reflejar a otros llevándoles esperanza.

Hay quienes necesitan de esa esperanza, quizá algún familiar, un amigo, un vecino, tu jefe, un compañero de trabajo….haz la diferencia, llévale su ramita de olivo.

sábado, 24 de diciembre de 2011

ENTREGA DE REGALOS DE NAVIDAD.

El 23 de Diciembre de 2011, en horas de la mañana realizamos la entrega de los regalos del proyecto OPERACION NAVIDAD PARA UN NIÑO en las instalaciones de la Academia Militar Jose Maria Cabal en Nápoles.  Los niños son del sector de Polvorines en el Alto Meléndez, y contamos con el apoyo de la Trabajadora Social de la zona adscrita a la Secretaria de Salud y de integrantes de la Defensa Civil.
Fue un tiempo bien especial, y oramos para que Dios permita que sigamos fortaleciendo los lazos con esta comunidad, de manera que podamos no solo cada Diciembre poder bendecir a los niños y niñas, sino que conforme Dios nos lo permita y nos vaya dirigiendo podamos manifestar su amor de otras maneras.

A quienes nos apoyaron con sus regalos de amor y con su oración, mil gracias; que sea Dios retribuyendo esa ofrenda de amor.

Esperamos poder seguir contando con uds....

Un abrazo y bendciones.


Equipo Misionero Estratégico Valle del Lili
de la Iglesia Jesucristo Vive Hoy

jueves, 8 de diciembre de 2011

PECADO Y REDENCION


“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”

-       Romanos 3:23 –


Ese todos, te incluye a ti y a mi.  Tenemos que reconocer que somos pecadores, y para conocer que es el pecado, primero tenemos que conocer al Dios Santo.

Porque cuando el hombre peca, peca contra el Señor de la Gloria.

Siempre hemos escuchado la frase “Dios aborrece el pecado ya ama al pecador”, pero no hace parte de las escrituras.  Fue una frase original de Mathama Gandhi.  Dios aborrece el pecado y también aborrece al pecador.  Lo que sì es cierto, es que Dios ama al pecador que se arrepiente.

Los insensatos no estarán delante de tus ojos; 
Aborreces a todos los que hacen iniquidad. 
Destruirás a los que hablan mentira; 
Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. 
-Salmos 5: 5 y 6 –

El pecado sucede cuando hacemos un acto voluntario nuestro que no es conforme a la voluntad de Dios.  El pecado nos hace estar fuera de la ley, y el no poder cumplir la ley hace que estemos bajo maldición (Gàlatas 3:10).

El verdadero pecado es que el hombre no glorifica a Dios sino a si mismo.  El hombre no es una victima, es un aborrecedor de Dios.

Somos malos por naturaleza. Isaìas (64:6), lo dijo:”Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.”

Las estrellas no pueden apreciarse al medio día, brillan en medio de la oscuridad de la noche. Así mismo, muchos no pueden ver la gracia de Dios, ni admirar la belleza de Dios, porque no se les enseña a ser conscientes del pecado ens u vida.

Romanos 3:10, dice que no hay justo, ni aun uno.

La vida que tienes, no es debido a las circunstancias que te ha tocado vivir, ni por los problemas de tu niñez, ni por los padres que te tocaron, tu vida es así, porque eres un pecador.  Porque hemos creido que el hombre, nosotros, somos la causa de todo, y no es así, es Dios.  Dios es el que es digno de toda Gloria.

“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.” (Romanos 1:21-23)


Dios salva al hombre, no por causa del hombre, sino a pesar del hombre para manifestar su Gloria en la tierra.

Cuando una persona cree en Jesucristo, Dios legalmente lo declara justo ante èl.  Es una declaración legal de parte de Dios, y a eso se refiere Pablo al decir que somos justificados gratuitamente por su gracia.

Porque si Dios es justo, El no puede perdonarte.  Puesto que un juez que perdona a los injustos termina siendo más injustos que ellos.

Por eso Cristo tuvo que morir por nosotros.

Dios no puede ser inconsistente consigo mismo.  Tiene que satisfacer su propia justicia. Y esa justicia demanda que mueras por tus pecados.  Alguien tiene que morir.

Dios aborrece al pecador.  El hombre pecador no puede motivar el amor de Dios.  Dios ama porque El es amor, no porque el hombre lo merezca.

Dios en su justicia, en su santidad, mira al hombre pecador, y tiene aborrecimiento, enojo, ira; pero por causa de su naturaleza y para su propia gloria, por la misericordia de Jesús retiene su furia.

Dios actua para salvar al hombre, no por el hombre, sino por causa de su propio carácter.

Algo sucede cuando Cristo está en la cruz.  En la cruz, la comunión entre el Padre y el hijo se corta, por cuanto éste es portador del pecado y la maldad de la humanidad, y de esa manera, Dios no lo podia siquiera ver.  Jesús portó tu pecado, para pagar por el y salvarte a ti.  Alguien tenia que morir en tu lugar.

Todo el aborrecimiento de Dios por nosotros fue dirigido a Cristo.
Mereciamos la eternidad del infierno, pero Cristo pago por nosotros.
Dios derramó su ira sobre su prpio hijo, para salvarte a ti de su ira.
Dios quebrantó a su propio hijo y cuando Jesús murio, El satisfizo para siempre su justicia. Y así, ahora puede justificar al pecador y ser justo.

La cruz justifica al pecador.
La cruz me justifica a mi.
La cruz te justifica a ti.

jueves, 1 de diciembre de 2011

DIOS ESPIRITU SANTO



·      Dios existe en tres personas. Es Dios Trino. El Espíritu Santo es una de las personas de la Trinidad.
·      Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya ; porque  sino me fuera, el consolador no vendría a vosotros, más si me fuere, os lo enviaré” Jn 16:  7

¿Quien es el  Espíritu Santo?

Es  Dios mismo porque tiene todos los  atributos como Dios; es Eterno (Hebreos 9: 14), es todopoderoso (Lc 1. 35),  es omnipresente (Sal. 139: 7), es omnisciente (1 Co 2: 10 – 11),  Y es Creador (Gn 1: 2).
El Espíritu Santo ha existido desde siempre.

Es una  persona porque:
·      Habla: “ministrando estos al señor, y ayunando , dijo el Espíritu Santo : Apartadme a Bernabé  y a Saulo para la obra a que los he llamado.” Hchs  13: 2
·      Intercede: Ro 8: 26
·      Testifica:  Jn 15: 26
·      Dirige: “porque  todos los que son guiados por el Espíritu Santo estos son hijos de Dios” Ro.8: 14.
·      Ordena (Hchs 16: 6 – 7), 
·      Encomienda (Hchs 20: 28),
·      Se siente ofendido (Hebreos 10: 29).
·      Se siente contristado: “no contristéis al Espíritu santo con el cual fuiste sellados para el día de la redención” Ef: 4: 30

El único pecado que no es perdonado es la blasfemia contra el Espíritu Santo “Por tanto os digo: todo pecado y blasfemia será perdonada.  A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo , no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero” Mateo 12. 31 – 32

El Espíritu Santo fue el que inspiro las escrituras.

¨“Toda escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reargüir, para corregir, para instruir en justicia..” ( 2 Timoteo 3: 16)

¿Por qué fue necesario que el Espíritu Santo viniera?
  • ·      El Espíritu Santo da testimonio al hombre acerca del Cristo Glorificado;
  • ·      Continúa la labor de Cristo en el mundo;
  • ·      Crea y vitaliza la iglesia;
  • ·      Ministra salvación, intercede por los hombres;
  • ·      Inspira, preserva (en el canon) e ilumina la Escritura.
  • ·      El es Dios cercano al hombre, Dios universalmente presente (Sal.139:7).
  • ·      El Espíritu convence a los pecadores, guía al arrepentimiento, señala a Cristo como el objeto de la fe; es la fuente de vida nueva del nuevo creyente por medio de la regeneración (Jn.3:5; Tit.3:5), y adopta al creyente en la familia de Dios (Ro.8:14-16).
  • ·      La obra particular del Espíritu en la vida del creyente es la santificación (1Co.6:11; 1Tes.4:3-8; 1P.1:2)
  • ·      El pone fin a la esclavitud al pecado (Ro.8:2) y da libertad (2Co-3:17).
  • ·      El Espíritu da certeza y seguridad internas de nuestra correcta relación con Dios (Ro.8:16). Él sella, es decir, manifiesta el derecho de propiedad y la protección de Dios sobre aquellos que le pertenecen (2Co.1:22; Ef.1:13; 4:30).
  • ·      El Espíritu obra para justicia interna (Ro.14:17), y produce fruto espiritual como resultado norma de su ministerio sin oposición en los creyentes: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Ga.5:22:23).
  • ·      Nos ayuda en nuestras debilidades y en la oración (Ro.8:26, Jud.20), provee denuedo (Hch.4:31), y fortaleza en la prueba (Ef.3:16), y hace efectiva la disciplina espiritual (Ro.8:13)
  • ·      La obra del Espíritu es moral y personal, y no es coercitiva. El nunca suprime ni reprime nuestra verdadera identidad, por el contrario, libera y enriquece la individualidad personal.


Juan 14: 15 – 17 “ Si mi amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que este con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros..”
Juan 16: 7 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya ; porque  sino me fuera, el consolador no vendría a vosotros, más si me fuere, os lo enviaré”


viernes, 25 de noviembre de 2011

DIOS HIJO: JESUS




Todo tiene un origen, y de la misma forma que las obras humanas deben al hombre su razón de ser, también nosotros los humanos nos debemos a la acción de un Creador.

Dios, que es omnipotente, omnisciente, omnipresente; que tiene amor, misericordia y bondad; que es eterno y santo, es la razón por la que existe el Universo.  Lo invisible de Dios puede llegar a conocerse si se reflexiona en sus hechos.

En el principio, Dios ofreció al hombre y a la mujer un entorno perfecto para que disfrutaran de una relación de armonía con Dios, consigo mismos, y con la naturaleza, pero esta armonía se rompió cuando el ser humano, seducido por su orgullo, quiso suplantar el lugar de Dios;  desde entonces, el hombre y la mujer se convirtieron en extranjeros en su propia patria, capaces de los mayores logros materiales pero afectados por el vacío que la amistad con Dios antes había llenado

En nuestros días, el ser humano sigue experimentando una necesidad profunda de comunicación y tarde o temprano, toda persona detiene el curso acelerado de su vida para preguntarse si es posible llegar a comunicarse con el Creador.

Hace dos mil años, Dios decidió convertirse en humano en la persona de Jesús de Nazaret, y así comunicarnos su plan para restablecer la armonía con los seres humanos, que estaba estropeada por el pecado.

Si el cristianismo no es verdad, entonces la humanidad lleva 2010 años perdiendo el tiempo.  Y si es verdad, entonces tiene que ser verdaderamente importante para todo ser humano.

Todas las evidencias históricas confirman que Jesús existió, hasta el punto que el tiempo histórico se dividió en lo que sucedió antes de él (AC) y después de él (DC).

Jesús es el Hijo de Dios.

·      La profecía y su cumplimiento.
·      La conciencia que Cristo tenia de si mismo.  Jesús aún desde niño era conciente de si mismo, de su condición de Hijo de Dios.
·      La autoridad de Jesús.  Jesús hablaba y actuaba con la autoridad del todopoderoso.
·      La perfección de Jesús.  En la vida de Jesús hay ausencia total de la conciencia o confesión del pecado.  Tenía conocimiento profundo de los males del pecado, pero no cayó sobre su alma sombra o mancha alguna.
·      El testimonio de sus discípulos.
·      Sus afirmaciones.

Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.”

Todos nosotros hemos pecado contra Dios y por lo tanto merecemos la muerte y la separación eterna, pero Dios, al enviar a su eterno y único Hijo Jesús a la cruz, pagó sobre sí mismo este castigo, para que nosotros tuviésemos vida. La muerte de Jesús en la cruz fue un sacrificio de un valor incalculable y que para quien la acepta viene a restaurar la armonía con Dios.

Jesús entregó su vida como rescate por amor a ti y a mi

Y en una mañana, al tercer día de su muerte, Jesús resucitó de los muertos para conceder una nueva esperanza a quienes creen en él.

PORQUE DE TAL MANERA AMO DIOS AL MUNDO QUE HA DADO A SU HIJO UNIGENITO PARA QUE TODO AQUEL QUE EN EL CREE NO SE PIERDA MAS TENGA VIDA ETERNA. - Juan 3:16 -

Jesús dijo: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas”.

“Porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”. Marcos 10:45

Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que me siga tendrá la luz que le da vida y nunca andará en oscuridad”.  Ese es el valiosísimo regalo de Dios al ser humano: la oportunidad de restablecer una relación de armonía con el Creador a través de su eterno Hijo Jesucristo.

Jesús  vino a traernos LIBERTAD
·      Libres de la culpa.  Todos somos culpables ante Dios por infringir sus mandamientos, con palabras, hechos o pensamientos.  Así como hay una pena para los criminales, también hay una pena por quebrantar las leyes espirituales.  La paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23).  Todos merecemos pagar esta pena, pero Jesús lo hizo en la cruz, para que nosotros pudieramos ser perdonados.
·      Libres de adicciones. Lo que hacemos mal es como una adicción.  “Todo el que peca es esclavo del pecado” (Juan 8:34), pero Jesús murió para hacernos libres.  “Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” (Juan 8:36).
·      Libres del temor.  Ya no tenemos que temer a la muerte.  La muerte no es el fin  de aquellos a quienes Jesús ha hecho libres.  El, con su perfecto amor, echa fuera todo temor.
·      Libres para conocer a Dios. Al morir en la cruz, Jesús eliminó la barrera entre nosotros y Dios.  Hace posible una relación con nuestro Creador convirtiéndonos en sus hijos e hijas.
·      Libres para amar y perdonar.  Al mirar la cruz, entendemos el amor de Dios por nosotros.  Y ese amor es el que experimentamos en nuestro corazón, para con Dios y para aquellos que nos rodean.
·      Libres para cambiar.  Con la ayuda del Espìritu Santo, podemos cambiar. Al recibir a Jesús, e invitar al Espíritu Santo a morar en nosotros, su fruto se empezará a dar en nuestra vida: amor, bondad, benignidad, paz, fe , amor, gozo, templanza, dominio propio.

...Dios está esperando oír tu voz para acudir a ti y transformar tu vida; reconoce el mal y el vacío que hay en tu vida, y pide a Dios que te perdone a través de Jesucristo y que encamine tu nuevo rumbo.                              

¡Y Dios lo hará!

El que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; han sido hechas nuevas.  Dios tiene un destino maravilloso para tu vida que puede comenzar con un compromiso sencillo y sincero de entrega a él.

Dios nos ofrece el perdón y la libertad en Cristo Jesús, y es un obsequio de parte de El, por el cual no tienes que pagar nada.

Puedes aceptarlo y disfrutarlo, o simplemente rechazarlo.

Es Tu Decisión!!!

Anímate a leer la Biblia y a conocer sobre lo que  Dios te está ofreciendo a través de Jesucristo: amor y vida eterna.

domingo, 13 de noviembre de 2011

EL ESPEJO


En la ultima mañana del seminario de dos semanas sobre cultura griega, dictado por el Dr. Alexander papaderos, él se levantó de la silla ubicada en la parte posterior de la sala y caminó hacia el frente. Allí había una ventana abierta por donde entraba la luz brillante de sol. Se paró y miró hacia afuera. Los estudiantes siguieron su mirada a través de la bahía, hacia la cruz de hierro que marcaba el cementerio alemán.
Se dio vuelta, hizo el gesto ritual. Y dijo: -¿hay alguna pregunta? se hizo un silencio en medio de la sala. Esas dos semanas habían generado suficientes preguntas para toda una vida y ahora solo había silencio
¿No hay preguntas? - Papaderos busco con sus ojos por toda la sala.
Entonces un joven puesto en pie preguntó - Dr. Papaderos, ¿Cuál es el significado de la vida?
La gente se rió, como de costumbre y empezó a moverse para retirarse.
Papaderos levanto su mano, acalló al grupo, miró al joven durante un rato y le preguntó,  si la pregunta era seria y viendo en sus ojos un sí, respondio:
- Contestaré su pregunta.
Sacó su billetera del bolsillo, busco en ella con los dedos y extrajo un espejo redondo muy pequeño, del tamaño aproximado de una moneda.
Y dijo - Cuando era chico, durante la guerra, éramos muy pobres y vivíamos en un pueblo lejano. Un día, en la carretera, encontré los pedazos rotos de un espejo. En ese lugar habían destruido una moto alemana.
Traté de encontrar todos los pedacitos y volverlos a juntar, pero no era posible, entonces me quedé con la parte más grande, esta. Frotándola, contra una piedra la hice redonda y empecé a jugar con ella como si fuera un juguete.
Me fascinó el hecho de que con ella podía reflejar luz en lugares oscuros donde el sol jamás brillaría, en huecos y grietas profundos y en armarios oscuros. Conseguir luz para los lugares más inaccesibles que pudiera encontrar se convirtió en un juego para mí.
Me quedé con el espejito y a medida que crecía, solía sacarlo en momentos de ocio y continuaba con el desafío del juego.
Al convertirme en un hombre, comprendí que no solo era un juego infantil, sino una metáfora de lo que yo haría de mi vida, llegué a entender que no soy ni la luz ni la fuente de luz. Aunque la luz, verdad, comprensión, conocimiento, esta ahí y va a brillar en muchos lugares oscuros, si yo la reflejo.
Soy un fragmento de un espejo del cual no conozco ni el diseño completo ni la forma.
Sin embargo, con lo que tengo, puedo reflejar luz en oscuros lugares del mundo, en zonas oscuras de los corazones de los hombres y cambiar algunas cosas de la gente.
Quizás otros puedan ver y hacer lo mismo. Esto es loq ue soy.  Este es el sentido de la vida para mí.
Luego tomó su espejito y sujetándolo muy cuidadosamente, atrapó los rayos brillantes de la luz del día que entraban por la ventana y los reflejó en la cara del joven y en sus manos cruzadas sobre el escritorio.

Jesús dijo: “soy la luz del mundo” (Juan 9:5), y como sus seguidores, debemos ser como ese pequeño espejo, reflejando la luz de Cristo en los rincones ocultos del mundo.  Ese es el significado de la vida Cristiana. “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.” (Mateo 5:16)

DIOS ES NUESTRO PADRE


 “Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.  Jesucristo se entregó a la muerte por nuestros pecados, para librarnos del estado perverso actual del mundo, según la voluntad de nuestro Dios y Padre.  ¡Gloria a Dios para siempre! Amén.”  (Gálatas 1:3-5         Dios Habla Hoy, DHH)


 “Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más. También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría  y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz.  Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado.” (Colosenses 1:10-13         Nueva Traducción Viviente, NTV)

Muchas personas, incluso los creyentes, no piensan que Dios sea un padre tan cercano, especialmente si se hallan viviendo en desobediencia.  Pero la Escritura se refiere una y otra vez a Él como  “Padre”.

“Padre”,  que aparece 245 veces en el Nuevo Testamento, fue la palabra favorita de Jesús para referirse a Dios;  la mencionó catorce veces sólo en el Sermón del monte.

Cuando el Señor Jesús enseñó a sus discípulos un modelo de oración, les dijo:
 “Vosotros, pues, orad de esta manera: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…”   (Mateo 6:9)

Es interesante que, inmediatamente después de la referencia a nuestro Padre celestial, se mencione la santidad de Dios, precisamente el atributo que separa de  Él,  al hombre pecador. Ésa fue exactamente la razón por la cual el señor  Jesucristo vino a la tierra, para morir en la cruz por nuestros pecados y acercarnos  al Padre celestial,  para que usted y yo pudiéramos conocerlo a Él  más íntima y personalmente.

En realidad,  es únicamente a través de la persona de Jesucristo que podemos conocer a Dios como Padre.

Jesús dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”          (Juan 14:6).

El señor Jesucristo es la puerta para ingresar a esa familia. (Juan 10:9, Gálatas 3:26);

Las cartas del Apóstol Pablo, por ejemplo, describen a los creyentes como una casa  o una familia de Dios.  Los llama hijos de Dios y coherederos con Su Hijo Jesucristo.

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.  Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con Él” (Romanos 8:14 -17)

El privilegio de conocer a Dios como Padre implica mucho más que conocerlo como una persona  o un Espíritu; va más allá del  simple conocimiento de Su gracia, amor y bondad  incomparables, e incluso supera el conocerlo en Su santidad, equidad y justicia.

En primer lugar,  Él desea tener una íntima relación con nosotros.  La Biblia nos dice que nos dirijamos a Él como  “Padre”,  no sólo como  “Dios”,  “Rey soberano”,  “Santo” o  “Juez”.  Aunque debemos conocerlo en todos los aspectos,  el Señor quiere que nos acerquemos a Él de manera transparente en todo, incluyendo nuestras necesidades, debilidades y fracasos.

En segundo lugar, Dios anhela comunicarse con nosotros. Mateo 6:6  nos dice que busquemos un lugar apartado para orar a nuestro Padre,  “que ve en lo secreto [y que] te recompensará”.     Es decir, Dios nos escucha cuando hablamos con Él,  y el Señor  responde la oración.  Él es la clase de Padre a quien podemos hablarle,  y aunque es posible que no nos dé todo lo que queremos,  el Señor responderá a nuestras peticiones dándonos lo que Él sabe que es lo mejor para nosotros    (Mateo 7:7-11).

Dios  nos  ama  a  cada  uno  de  nosotros  incondicionalmente.    (Juan 3:16)

¿Conoce usted a Dios como su Padre celestial? Si no lo conoce, sepa que Él está listo para adoptarle en Su familia  (Romanos 8:15; Gálatas 3:26).

Lo único que tiene que hacer, es confiar en Su Hijo Jesucristo como su Salvador personal. Como dice Juan 1:12: “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

El propósito de Dios es revelar que Dios no es solamente una fuerza trascendente en algún lugar del universo, sino más bien un Padre celestial amoroso y personal que está profundamente interesado en los detalles de nuestra vida.

LECTURAS  RECOMENDADAS
ROMANOS  8: 28 – 38
LUCAS 15: 11 - 32