jueves, 29 de diciembre de 2011

TODAVIA TENEMOS ESPERANZA

Hoy cuando estamos a un par de días de terminar este 2011, quizá al hacer un balance encuentras que quizá el año no fue tan bueno como esperabas, que muchas de las metas no se lograron, o que quizá no hayan muchos motivos para celebrar.  Quizá hay en ti desesperanza.

Este año y el anterior, en Colombia las inundaciones se han llevado las esperanzas de muchos; donde estaba sus negocios, ahora hay agua; donde estaban sus viviendas, agua y donde estaban sus cultivos y ganado, todo lo que se ve es agua.

Y eso nos recuerda la historia de Noé.  La biblia nos cuenta como Noé con su familia y con parejas de animales sobre la tierra, entró en el arca, mientras un gran diluvio caía sobre la tierra y la inundaba durante 40 días y 40 noches.  Durante 150 días, Noé lo único que podía ver era agua  y más agua.  Envió primero un cuervo y luego una paloma, pero no encontraron donde posarse.  Noé todo lo que ve es agua.

Quizá tu también has estado ahí, o aún estás allí.  Inundado por el dolor por la partida de un ser querido; inundado por el estress o la angustia por las deudas; inundado por el enojo por la enfermedad o la incapacidad física, o quizá inundado por el enojo por la incompetencia de tu conyugue.

Y necesitas lo que Noé necesito: un poco de esperanza.

Y en Génesis 8:11, encontramos que al enviar nuevamente una paloma, ésta regresó con una ramita de olivo en el pico.

Esa ramita era una promesa, más que un trozo de un árbol, esa ramita significaba esperanza.

Esperanza, la que recibió la mujer adúltera que queria ser apedreada por sus acusadores.  Ella esta en medio de una inundación de enojo contra ella.  Hasta que Jesús habla: “No yo te condeno; vete y no peques más”.  Jesús trae esperanza a su mundo inundado de vergüenza.

Esperanza, la que recibió Marta, en medio del dolor porque su hermano Lázaro habia muerto, cuando Jesús declaró: ” Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mi, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.”

Jesús trae para ti gracia y vida.
Jesús trae el perdón de tus pecados.
Jesús trae la derrota de la muerte.
Esta es la esperanza que nos da, la esperanza que necesitamos.

Si estas en medio de la inundación, Dios tiene esperanza para ti.
Si eres un sobreviviente de inundaciones pasadas, y estás vivo para contarlo, entonces estás calificado para llevar el mensaje de esperanza a alguien más.

“Bendito sea el Dios y padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” – 2 Corintios: 1: 3 y 4 –

En este nuevo año, que sea tu tiempo de alentar a los que están luchando.

“Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las escrituras, tengamos esperanza.” – Romanos 15:4 –

Tu estás llamado a ser un repartidor de esperanza.
Tu estás llamada a ser una repartidora de esperanza.

A los que están en dolor, llévales una ramita de olivo: “No te desampararé, ni te dejaré.” – Hebreos 13:5 –

A los que se sienten culpables, otra ramita de olivo: “Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús.” – Romanos 8:1 –

A los desempleados, para ellos también hay su ramita: “ A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.” – Romanos 8:28 –

A los que se sienten fuera de la gracia de Dios, otra ramita con esperanza: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en el cree no se pierda más tenga vida eterna.” – Juan 3:16 –

Para Noé esa ramita hizo la diferencia, lo llenó de confianza.

Que en el 2012, Dios se manifieste poderosamente en tu vida para que cada día tu confianza esté en El, y que esa misma confianza la puedas reflejar a otros llevándoles esperanza.

Hay quienes necesitan de esa esperanza, quizá algún familiar, un amigo, un vecino, tu jefe, un compañero de trabajo….haz la diferencia, llévale su ramita de olivo.

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