viernes, 25 de noviembre de 2011

DIOS HIJO: JESUS




Todo tiene un origen, y de la misma forma que las obras humanas deben al hombre su razón de ser, también nosotros los humanos nos debemos a la acción de un Creador.

Dios, que es omnipotente, omnisciente, omnipresente; que tiene amor, misericordia y bondad; que es eterno y santo, es la razón por la que existe el Universo.  Lo invisible de Dios puede llegar a conocerse si se reflexiona en sus hechos.

En el principio, Dios ofreció al hombre y a la mujer un entorno perfecto para que disfrutaran de una relación de armonía con Dios, consigo mismos, y con la naturaleza, pero esta armonía se rompió cuando el ser humano, seducido por su orgullo, quiso suplantar el lugar de Dios;  desde entonces, el hombre y la mujer se convirtieron en extranjeros en su propia patria, capaces de los mayores logros materiales pero afectados por el vacío que la amistad con Dios antes había llenado

En nuestros días, el ser humano sigue experimentando una necesidad profunda de comunicación y tarde o temprano, toda persona detiene el curso acelerado de su vida para preguntarse si es posible llegar a comunicarse con el Creador.

Hace dos mil años, Dios decidió convertirse en humano en la persona de Jesús de Nazaret, y así comunicarnos su plan para restablecer la armonía con los seres humanos, que estaba estropeada por el pecado.

Si el cristianismo no es verdad, entonces la humanidad lleva 2010 años perdiendo el tiempo.  Y si es verdad, entonces tiene que ser verdaderamente importante para todo ser humano.

Todas las evidencias históricas confirman que Jesús existió, hasta el punto que el tiempo histórico se dividió en lo que sucedió antes de él (AC) y después de él (DC).

Jesús es el Hijo de Dios.

·      La profecía y su cumplimiento.
·      La conciencia que Cristo tenia de si mismo.  Jesús aún desde niño era conciente de si mismo, de su condición de Hijo de Dios.
·      La autoridad de Jesús.  Jesús hablaba y actuaba con la autoridad del todopoderoso.
·      La perfección de Jesús.  En la vida de Jesús hay ausencia total de la conciencia o confesión del pecado.  Tenía conocimiento profundo de los males del pecado, pero no cayó sobre su alma sombra o mancha alguna.
·      El testimonio de sus discípulos.
·      Sus afirmaciones.

Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.”

Todos nosotros hemos pecado contra Dios y por lo tanto merecemos la muerte y la separación eterna, pero Dios, al enviar a su eterno y único Hijo Jesús a la cruz, pagó sobre sí mismo este castigo, para que nosotros tuviésemos vida. La muerte de Jesús en la cruz fue un sacrificio de un valor incalculable y que para quien la acepta viene a restaurar la armonía con Dios.

Jesús entregó su vida como rescate por amor a ti y a mi

Y en una mañana, al tercer día de su muerte, Jesús resucitó de los muertos para conceder una nueva esperanza a quienes creen en él.

PORQUE DE TAL MANERA AMO DIOS AL MUNDO QUE HA DADO A SU HIJO UNIGENITO PARA QUE TODO AQUEL QUE EN EL CREE NO SE PIERDA MAS TENGA VIDA ETERNA. - Juan 3:16 -

Jesús dijo: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas”.

“Porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”. Marcos 10:45

Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que me siga tendrá la luz que le da vida y nunca andará en oscuridad”.  Ese es el valiosísimo regalo de Dios al ser humano: la oportunidad de restablecer una relación de armonía con el Creador a través de su eterno Hijo Jesucristo.

Jesús  vino a traernos LIBERTAD
·      Libres de la culpa.  Todos somos culpables ante Dios por infringir sus mandamientos, con palabras, hechos o pensamientos.  Así como hay una pena para los criminales, también hay una pena por quebrantar las leyes espirituales.  La paga del pecado es la muerte (Romanos 6:23).  Todos merecemos pagar esta pena, pero Jesús lo hizo en la cruz, para que nosotros pudieramos ser perdonados.
·      Libres de adicciones. Lo que hacemos mal es como una adicción.  “Todo el que peca es esclavo del pecado” (Juan 8:34), pero Jesús murió para hacernos libres.  “Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” (Juan 8:36).
·      Libres del temor.  Ya no tenemos que temer a la muerte.  La muerte no es el fin  de aquellos a quienes Jesús ha hecho libres.  El, con su perfecto amor, echa fuera todo temor.
·      Libres para conocer a Dios. Al morir en la cruz, Jesús eliminó la barrera entre nosotros y Dios.  Hace posible una relación con nuestro Creador convirtiéndonos en sus hijos e hijas.
·      Libres para amar y perdonar.  Al mirar la cruz, entendemos el amor de Dios por nosotros.  Y ese amor es el que experimentamos en nuestro corazón, para con Dios y para aquellos que nos rodean.
·      Libres para cambiar.  Con la ayuda del Espìritu Santo, podemos cambiar. Al recibir a Jesús, e invitar al Espíritu Santo a morar en nosotros, su fruto se empezará a dar en nuestra vida: amor, bondad, benignidad, paz, fe , amor, gozo, templanza, dominio propio.

...Dios está esperando oír tu voz para acudir a ti y transformar tu vida; reconoce el mal y el vacío que hay en tu vida, y pide a Dios que te perdone a través de Jesucristo y que encamine tu nuevo rumbo.                              

¡Y Dios lo hará!

El que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; han sido hechas nuevas.  Dios tiene un destino maravilloso para tu vida que puede comenzar con un compromiso sencillo y sincero de entrega a él.

Dios nos ofrece el perdón y la libertad en Cristo Jesús, y es un obsequio de parte de El, por el cual no tienes que pagar nada.

Puedes aceptarlo y disfrutarlo, o simplemente rechazarlo.

Es Tu Decisión!!!

Anímate a leer la Biblia y a conocer sobre lo que  Dios te está ofreciendo a través de Jesucristo: amor y vida eterna.

domingo, 13 de noviembre de 2011

EL ESPEJO


En la ultima mañana del seminario de dos semanas sobre cultura griega, dictado por el Dr. Alexander papaderos, él se levantó de la silla ubicada en la parte posterior de la sala y caminó hacia el frente. Allí había una ventana abierta por donde entraba la luz brillante de sol. Se paró y miró hacia afuera. Los estudiantes siguieron su mirada a través de la bahía, hacia la cruz de hierro que marcaba el cementerio alemán.
Se dio vuelta, hizo el gesto ritual. Y dijo: -¿hay alguna pregunta? se hizo un silencio en medio de la sala. Esas dos semanas habían generado suficientes preguntas para toda una vida y ahora solo había silencio
¿No hay preguntas? - Papaderos busco con sus ojos por toda la sala.
Entonces un joven puesto en pie preguntó - Dr. Papaderos, ¿Cuál es el significado de la vida?
La gente se rió, como de costumbre y empezó a moverse para retirarse.
Papaderos levanto su mano, acalló al grupo, miró al joven durante un rato y le preguntó,  si la pregunta era seria y viendo en sus ojos un sí, respondio:
- Contestaré su pregunta.
Sacó su billetera del bolsillo, busco en ella con los dedos y extrajo un espejo redondo muy pequeño, del tamaño aproximado de una moneda.
Y dijo - Cuando era chico, durante la guerra, éramos muy pobres y vivíamos en un pueblo lejano. Un día, en la carretera, encontré los pedazos rotos de un espejo. En ese lugar habían destruido una moto alemana.
Traté de encontrar todos los pedacitos y volverlos a juntar, pero no era posible, entonces me quedé con la parte más grande, esta. Frotándola, contra una piedra la hice redonda y empecé a jugar con ella como si fuera un juguete.
Me fascinó el hecho de que con ella podía reflejar luz en lugares oscuros donde el sol jamás brillaría, en huecos y grietas profundos y en armarios oscuros. Conseguir luz para los lugares más inaccesibles que pudiera encontrar se convirtió en un juego para mí.
Me quedé con el espejito y a medida que crecía, solía sacarlo en momentos de ocio y continuaba con el desafío del juego.
Al convertirme en un hombre, comprendí que no solo era un juego infantil, sino una metáfora de lo que yo haría de mi vida, llegué a entender que no soy ni la luz ni la fuente de luz. Aunque la luz, verdad, comprensión, conocimiento, esta ahí y va a brillar en muchos lugares oscuros, si yo la reflejo.
Soy un fragmento de un espejo del cual no conozco ni el diseño completo ni la forma.
Sin embargo, con lo que tengo, puedo reflejar luz en oscuros lugares del mundo, en zonas oscuras de los corazones de los hombres y cambiar algunas cosas de la gente.
Quizás otros puedan ver y hacer lo mismo. Esto es loq ue soy.  Este es el sentido de la vida para mí.
Luego tomó su espejito y sujetándolo muy cuidadosamente, atrapó los rayos brillantes de la luz del día que entraban por la ventana y los reflejó en la cara del joven y en sus manos cruzadas sobre el escritorio.

Jesús dijo: “soy la luz del mundo” (Juan 9:5), y como sus seguidores, debemos ser como ese pequeño espejo, reflejando la luz de Cristo en los rincones ocultos del mundo.  Ese es el significado de la vida Cristiana. “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.” (Mateo 5:16)

DIOS ES NUESTRO PADRE


 “Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre ustedes.  Jesucristo se entregó a la muerte por nuestros pecados, para librarnos del estado perverso actual del mundo, según la voluntad de nuestro Dios y Padre.  ¡Gloria a Dios para siempre! Amén.”  (Gálatas 1:3-5         Dios Habla Hoy, DHH)


 “Entonces la forma en que vivan siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida que aprendan a conocer a Dios más y más. También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría  y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz.  Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado.” (Colosenses 1:10-13         Nueva Traducción Viviente, NTV)

Muchas personas, incluso los creyentes, no piensan que Dios sea un padre tan cercano, especialmente si se hallan viviendo en desobediencia.  Pero la Escritura se refiere una y otra vez a Él como  “Padre”.

“Padre”,  que aparece 245 veces en el Nuevo Testamento, fue la palabra favorita de Jesús para referirse a Dios;  la mencionó catorce veces sólo en el Sermón del monte.

Cuando el Señor Jesús enseñó a sus discípulos un modelo de oración, les dijo:
 “Vosotros, pues, orad de esta manera: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…”   (Mateo 6:9)

Es interesante que, inmediatamente después de la referencia a nuestro Padre celestial, se mencione la santidad de Dios, precisamente el atributo que separa de  Él,  al hombre pecador. Ésa fue exactamente la razón por la cual el señor  Jesucristo vino a la tierra, para morir en la cruz por nuestros pecados y acercarnos  al Padre celestial,  para que usted y yo pudiéramos conocerlo a Él  más íntima y personalmente.

En realidad,  es únicamente a través de la persona de Jesucristo que podemos conocer a Dios como Padre.

Jesús dijo:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”          (Juan 14:6).

El señor Jesucristo es la puerta para ingresar a esa familia. (Juan 10:9, Gálatas 3:26);

Las cartas del Apóstol Pablo, por ejemplo, describen a los creyentes como una casa  o una familia de Dios.  Los llama hijos de Dios y coherederos con Su Hijo Jesucristo.

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.  Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con Él” (Romanos 8:14 -17)

El privilegio de conocer a Dios como Padre implica mucho más que conocerlo como una persona  o un Espíritu; va más allá del  simple conocimiento de Su gracia, amor y bondad  incomparables, e incluso supera el conocerlo en Su santidad, equidad y justicia.

En primer lugar,  Él desea tener una íntima relación con nosotros.  La Biblia nos dice que nos dirijamos a Él como  “Padre”,  no sólo como  “Dios”,  “Rey soberano”,  “Santo” o  “Juez”.  Aunque debemos conocerlo en todos los aspectos,  el Señor quiere que nos acerquemos a Él de manera transparente en todo, incluyendo nuestras necesidades, debilidades y fracasos.

En segundo lugar, Dios anhela comunicarse con nosotros. Mateo 6:6  nos dice que busquemos un lugar apartado para orar a nuestro Padre,  “que ve en lo secreto [y que] te recompensará”.     Es decir, Dios nos escucha cuando hablamos con Él,  y el Señor  responde la oración.  Él es la clase de Padre a quien podemos hablarle,  y aunque es posible que no nos dé todo lo que queremos,  el Señor responderá a nuestras peticiones dándonos lo que Él sabe que es lo mejor para nosotros    (Mateo 7:7-11).

Dios  nos  ama  a  cada  uno  de  nosotros  incondicionalmente.    (Juan 3:16)

¿Conoce usted a Dios como su Padre celestial? Si no lo conoce, sepa que Él está listo para adoptarle en Su familia  (Romanos 8:15; Gálatas 3:26).

Lo único que tiene que hacer, es confiar en Su Hijo Jesucristo como su Salvador personal. Como dice Juan 1:12: “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

El propósito de Dios es revelar que Dios no es solamente una fuerza trascendente en algún lugar del universo, sino más bien un Padre celestial amoroso y personal que está profundamente interesado en los detalles de nuestra vida.

LECTURAS  RECOMENDADAS
ROMANOS  8: 28 – 38
LUCAS 15: 11 - 32


domingo, 6 de noviembre de 2011

CUANDO CREÍAS QUE YO NO ESTABA MIRANDO ...


Nuestros niños están más atentos a lo que hacemos  que a lo que decimos.
  •  Cuando creías que yo no estaba mirando ...... te vi colgar mi primer dibujo en la refrigeradora, y corrí a hacer otro.
  •  Cuando creías que yo no estaba mirando ...... te vi poner alimento en la tacita del perro, y aprendí que es bueno cuidar a los animales.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las pequeñas cosas, son las que hacen la vida especial.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te escuché hacer una oración, y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir, y aprendí a confiar en El.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te sentí darme un beso de buenas noches, y me sentí amado y protegido.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te vi preparar un plato de comida y llevarlo a un amigo enfermo, y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te vi dar de tu tiempo y tu dinero para ayudar a gente que no tenía nada, y aprendí que los que tienen, deben ayudar a los que no tienen.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te vi cuidar de nuestra casa y de nosotros, y aprendí que debemos cuidar lo que nos ha sido dado por Dios.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona de bendición, y productiva, y a creer en Dios.
  • Cuando creías que yo no estaba mirando ..... te miré y quise decirte: "Gracias por todas las cosas que vi cuando creías que yo no estaba mirando".

Todos nosotros, padres o amigos, influimos en la vida de los niños que tenemos a nuestro alrededor.  " Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él". (Proverbios 22: 6)
 
Que los niños vean en ti a la persona que deseas que ellos sean.  "Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad". (Tito 2: 6-7)
 
Hacedlo todo para la gloria de Dios. "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". (Mateo 5: 16)

sábado, 5 de noviembre de 2011

DIOS ES OMNIPOTENTE


El es todopoderoso.  Tiene el poder de hacer cualquier cosa que concuerda con su naturaleza. El poder de Dios es la facultad y la virtud por la cual puede hacer que se cumpla todo aquello que agrada, todo lo que le dicta su infinita sabiduria, todo lo que la pureza infinita de su voluntad determina.
  • Creó el universo y ahora lo controla por su poder.  Todo está sujeto a El.  ("¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea dificil para tí." - Jeremías 32:17 -)  
  • Dios usa ese poder para salvar a los pecadores eternamente. ("Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí.  Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.  Yo anuncié, y salvé, e hice oir, y no hubo entre vosotros dios ajeno.  Vosotros , pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios." - Isaías 43: 10-13 -) 
  • ¡Que consuelo es saber que nadie puede arrebatarnos de la mano de Dios! ("Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre." - Juan 10:27-29 -)
A menos que creamos que es, no sólo omnisciente, sino también omnipotente, no podemos tener un concepto correcto de Dios.  El que no puede hacer todo loq ue quiere y no puede llevar a cabo todo lo que se propone, no puede ser Dios.  El tiene, no solo la voluntad para resolver aquello que le parece bueno,  sino también el poder para llevarlo a cabo.  Así como la santidad es la hermosura de todos los atributos de Dios, su poder es el que da vida y acción a todas las perfecciones de la naturaleza divina.

Que vanos serian los consejos eternos si el poder no interviniera para cumplirlos! Sin el poder, su misericordia no seria sino una debilidad humana, sus promesas un sonido vacío, sus amenazas alarmas infundadas.  El poder de Dios es como él mismo: infinito, eterno. inconmensurable; no puede ser contenido, limitado ni frustrado por la criatura.

DIOS ES OMNISCIENTE

"Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.
Pués aún no está la palabra en mi lengua,
y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.
Detrás y delante me rodeaste,
y sobre mí pusiste tu mano.
Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender." - Salmo 139: 1-6 -

Dios lo sabe todo. El conoce todas las cosas: pasadas, presentes y futuras.  El sabe las cosas inmediatamente, simultáneamente, exhaustivamente y verdaderamente. ("Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quién tenemos que dar cuenta." - Hebreos 4:13 -)

Nada, ni el más íntimo pensamiento del hombre, se esconde de El. (" Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras." - Jeremías 17:10 .).
Ya que El conoce el futuro, los hombres pueden entregarse en sus manos, con toda confianza, sus almas, sus vidas, sus anhelos....¡pues todo!  El sabe lo que es mejor para cada uno.

DIOS ES SANTO.

La santidad es la naturaleza misma de lo divino, de lo que caracteriza a Dios como Dios, y de lo que motiva la adoración del hombre. ("Exaltad a Jehová nuestro Dios, Y postráos ante su santo monte, porque Jehová nuestro Dios es santo." - Salmo 99:9 -).

La santidad de Dios quiere decir que Dios es completamente separado de la maldad y del pecado y es excelentemente puro y perfecto.  La santidad de Dios significa su diferencia, su carácter único como Creador, Señor y Redentor.  Como Dios, el Señor es pureza súblime.
  • El Dios Santo odia el pecado y se separa del pecador. ("He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oir." - Isaías 59:1-2 -)
  • El Dios Santo demanda la santidad en los hombres. ("Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." - Hebreos 12:14 -).
  • Los creyentes en Cristo son santificados (o apartados) para Dios, en el momento en que reciben a Cristo como su Salvador personal. ("En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre." - Hebreos 10:10 -).
  • Debe haber la práctica de la santidad en la vida diaria del creyente. ("sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo." - 1 Pedro 1: 15-16 -) 
  • Dios disciplina a sus hijos para que participen de su santidad. ("Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?  Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad." - Hebreos 12: 9-10 -).

DIOS ES OMNIPRESENTE

Dios está en todas partes al mismo tiempo.  El hecho de que no lo veamos con nuestros ojos no quiere decir que no está.  No podemos mostrar un lugar donde no esté.  Para el creyente es el saber que Dios siempre está con él, donde quiera que ande.  Para el incrédulo es una advertencia, porque no puede escapar ni huir de Dios.

"A dónde podría ir, lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiria, lejos de tu presencia?
Si yo subiera a las alturas de los cielos, allí estás tú;
y si bajara a las profundidades de la tierra, también estás allí;
si levantara el vuelo hacia el oriente,
o habitara en los límites del mar occidental,
aún allí me alcanzaria tu mano;
¡tu mano derecha no me soltaria!"
- Salmo 139: 7-10 -

miércoles, 2 de noviembre de 2011

DIOS NOS AMA....

LA MISERICORDIA DE DIOS

"Porque él dice a Moisés: tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión.  Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia." Romanos 9.15-16.


Las religiones en general, sea cual fuere, ofrecen la posibilidad de controlar las acciones de Dios.  O sea, que mediante sacrificios puedes garantizar su respuesta y asegurar que el resultado de tus esfuerzos tengan su recompensa.  Creemos que nuestras acciones pueden controlar a las deidades.   Quizá en ocasiones al querer pedirle algo a Dios,  demoramos la petición al tener cosas en nuestra vida que no están en orden, entonces intentamos portarnos bien un tiempo, para que cuando hagamos la petición Dios nos escuche con agrado!!


Sin embargo, el versículo nos recuerda que Dios es absolutamente soberano en nuestras vidas.  El apóstol Pablo nos dice que el mover de Dios no depende ni del que corre, ni del que quiere, sino de Dios que se compadece de nosotros.  NO DEPENDE DE NOSOTROS!!!


No tenemos resultados producto de un intercambio de favores.  Simplemente Dios en su infinito amor, buscará siempre lo mejor para sus hijos.  Estamos seguros de su amor, porque no es un amor con condiciones.  Por esto es que Jesús dijo a sus discípulos: " si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mateo 7.11).


Todas las razones por las cuales Dios es misericordioso tienen que ver con lo que él es, no con lo que nosotros somos.


Póstrate a sus pies y confia en El....Estás en las mejores manos!!!